Fecha:
22/05/2014
Libro:
El confidente de la mafia
Autor:
Gustavo Salazar Pineda
Lugar:
Salón
Opinión:
En la mafia de nuestro país y en la figura de Pablo Escobar Gaviria se dieron
todos los elementos que componen el teorema mafioso: la miseria, el miedo y la
ausencia de Estado.
Pablo
Escobar conoció los tres ingredientes de los que se nutre la mafia, componentes
humanos, sin los cuales no surge ni se
consolida una empresa tan poderosa y mundial como el contrabando de las drogas prohibidas.
Pablo
Escobar fue una figura semejante a los boss italoamericanos de New York,
Chicago y Palermo. Pablo Escobar fue en Medellín un auténtico emperador de la mafia.
Como
Alejandro Magno, como Napoleón, su imperio se derribó por ambición, porque la frágil
condición humana se encarga de recordarnos que por más que aspiremos ser dioses
no pasamos de ser animales, apenas diferenciables de las bestias en que reímos
con conciencia.
Buda,
Cristo y Krisna lo lograron. Pero Pablo Escobar no era propiamente un buda ni
un iluminado, fue un soñador de los setenta, un “Che Guevara” de las drogas, uno
de esos miles de hombres que han muerto jóvenes queriendo conquistar el mundo,
cuando les bastaba conquistarse a sí mismo.