domingo, 25 de mayo de 2014

Fecha: 22/05/2014
Libro: El confidente de la mafia
Autor: Gustavo Salazar Pineda
Lugar: Salón
Opinión: En la mafia de nuestro país y en la figura de Pablo Escobar Gaviria se dieron todos los elementos que componen el teorema mafioso: la miseria, el miedo y la ausencia de Estado.

Pablo Escobar conoció los tres ingredientes de los que se nutre la mafia, componentes  humanos, sin los cuales no surge ni se consolida una empresa tan poderosa y mundial como el contrabando  de las drogas prohibidas.

Pablo Escobar fue una figura semejante a los boss italoamericanos de New York, Chicago y Palermo. Pablo Escobar fue en Medellín un auténtico  emperador de la mafia.
Como Alejandro Magno, como Napoleón, su imperio se derribó por ambición, porque la frágil condición humana se encarga de recordarnos que por más que aspiremos ser dioses no pasamos de ser animales, apenas diferenciables de las bestias en que reímos con conciencia.


Buda, Cristo y Krisna lo lograron. Pero Pablo Escobar no era propiamente un buda ni un iluminado, fue un soñador de los setenta, un “Che Guevara” de las drogas, uno de esos miles de hombres que han muerto jóvenes queriendo conquistar el mundo, cuando les bastaba conquistarse  a sí mismo.

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